Leyendas personales

Hace años que trabajo en la biblioteca pública. Concretamente desde 1984.
También hace años que intento que la biblioteca de caravaca tenga clubs de lectura, al igual que existen en otras muchas bibliotecas. Sin embargo nunca había conseguido reunir tiempo y recursos suficientes para ello.
Otro proyecto pendiente de mi labor como bibliotecario es la de acercar la lectura a los enfermos.
Creo que los enfermos piensan demasiado en que están enfermos y ese pensamiento es una retroalimentación de la propia enfermedad, por lo que creo que distraerlos con buenas lecturas es luchar contra la enfermedad.
Además hay enfermos que sólo necesitan reposo y tienen mucho tiempo libre que, en circunstancias normales no tendrían, por lo que tienen mucho tiempo para leer.
Hace años intentamos que la Biblioteca pública de Caravaca pudiera servir libros a los enfermos del hospital comarcal. Hicimos varios intentos, pero nunca conseguimos que aquello fructificara.
Hace menos años conocí a una persona especial. El mundo tiene personas especiales a las que ignora, porque el mundo no quiere personas que sepan y demuestren que existen otras formas de pensar y vivir que la que la mayoría. Esta persona tuvo problemas personales que se complicaron hasta el punto de llevarla al hospital durante casi un mes. Durante ese tiempo la visitábamos los amigos y yo, además, le llevaba algunos libros.
Esta situación me recordó que tenía pendientes esas dos tareas como bibliotecario y me dio las claves para ponerla en marcha. Así nació el club de lectura LIBROS QUE CURAN, con la doble intención de ayudarnos a nosotros mismos y a otras personas que lo están pasando mal. Si el club sigue funcionando, una de las semillas que debe germinar es el de un grupo de voluntarios que acerque semanalmente libros a los enfermos ingresados en el hospital.
Esta es mi pequeña leyenda personal que hubiera sido imposible sin la colaboración de todos vosotros y las señales de las que habéis sido portadores.
Gracias a Paulo Coelho, se también que vosotros , todos los que estáis leyendo El Alquimista y participando en este club, tenéis vuestras propias leyendas personales en las cuales este club es uno de los muchos pasos que os acercan a vuestro particular tesoro.
Así, mi leyenda personal permite que la Biblioteca Pública cumpla mejor su cometido, lo cual es realmente mi tesoro, pues le da sentido a mi trabajo.
Además me ha permitido conocer a gente estupenda... y conocerme mejor a mí mismo.

Bueno, no aguantaba más sin contarlo. Ahora seguimos. Saludos Paulo, y todos los miembros del club.

Juan Antonio
Biblioteca Pública de Caravaca